Misterios y leyendas del Monasterio Cisterciense del siglo XII


Hace ya “bastantes” años (en 1980) visité el municipio de San Martín de Valdeiglesias y pude descubrir que sus habitantes son bastante comunicativos. Creo recordar que muy cerca de este municipio, se encuentra el pueblo Pelayos de la Presa.

Pelayos de la Presa es un pequeño pueblo de la Comunidad de Madrid, situado en el Valle del Alberche, muy cerca de la Sierra de Gredos. Aquí se encuentra el famoso Pantano de San Juan.
Muy cerca de la cabecera de este embalse se encuentran las ruinas de Monasterio de Santa María la real de Valdeiglesias, construido en el año 1150.

Según cuenta la historia fue el Emperador Alfonso VII, quien otorgó a los monjes eremitas que vivían en ese valle llamado de las iglesias (Valdeiglesias), un permiso real para que se pudiera fundar el Monasterio.  
En el año 1836 y debido a la desamortización de Mendizabal cuando definitivamente cerró las puertas este monumento.

HISTORIA
Según la tradición, el rey Teodomiro se retiró a esta zona para abrazar la vida religiosa, entre 702 y 710.

En la Baja Edad Media, las tierras actualmente comprendidas dentro de los términos municipales de San Martín de Valdeiglesias y Pelayos de la Presa eran conocidas como el Valle de las Iglesias, por la existencia de doce ermitas, regentadas por una comunidad de frailes benedictinos.

En el siglo XII, Alfonso VII de León y Castilla (r. 1126-1157) decidió agrupar estos doce eremitorios en un uno solo, con el fin de consolidar la repoblación de la comarca por parte de los cristianos.

El 30 de noviembre de 1150 el monarca otorgó un Privilegio Real, firmado en Toledo, por el que se creaba el Monasterio de Valdeiglesias, bajo la Regla de San Benito.

El lugar escogido para la fundación fue la Ermita de Santa Cruz, ubicada a los pies a un pequeño arroyo, cerca del río Alberche, cuya primitiva estructura mozárabe todavía se conserva, integrada dentro del edificio que ha llegado hasta nosotros.

Con la llegada al trono de Alfonso VIII de Castilla (r. 1158-1214), el conjunto fue incorporado al Císter, como filial del Monasterio de la Santa Espina, en la provincia de Valladolid, que, a su vez, era dependiente del Monasterio de Claraval, en Francia.

En 1177 llegaron los primeros monjes cistercienses, procedentes de la Santa Espina, y en 1180 comenzó la construcción de un nuevo complejo, con la piedra como principal material de fábrica.

Fue en estos momentos cuando se impuso la advocación de Santa María de la Asunción, en virtud de la devoción mariana exigida por San Bernardo de Claraval (1090-1153), a quien se debió la expansión del Císter por todo el continente europeo.

A lo largo de la historia, el monasterio ha recibido numerosos Privilegios Reales, que le han valido el sobrenombre de Santa María la Real.

En la lista de monarcas benefactores figuran nombres como Fernando III, Alfonso X, Sancho IV, los Reyes Católicos, Carlos I, Felipe II, Felipe III y Felipe IV, además de los ya citados Alfonso VII y Alfonso VIII.


SITUACIÓN ACTUAL
El arquitecto madrileño Mariano García Benito se hizo con la propiedad de la finca en 1974. Utilizando sus propios medios, llevó a cabo la consolidación de los restos que aún permanecían en pie y restauró la torre, la cerca y diferentes fachadas. Al mismo tiempo, realizó una ingente labor historiográfica y documental.

En 2003, hizo donación del monasterio al Ayuntamiento de Pelayos de la Presa, en busca de apoyos públicos. También creó una fundación, que, en colaboración con el consistorio, ha conseguido que la Comunidad de Madrid tome cartas en el asunto.

La Consejería de Cultura y Deportes anunció en el año 2010 que procederá a la restauración del conjunto de forma inmediata. Está prevista la construcción de un hotel en una parte del recinto.

El Monasterio de Santa María la Real de Valdeiglesias fue declarado Monumento Histórico Artístico de carácter nacional en 1984. En la actualidad, este reconocimiento equivale a Bien de Interés Cultural, una vez transferidas las competencias sobre patrimonio a las comunidades autónomas.

 Parte de las Fuentes: Pasiónpormadrid.blogspot.com y wikipedia


NOTA
Todo esto ha sido el preámbulo para ubicar y hablar de los misterios que según me comentaron los lugareños, solían acontecer en el monasterio. Un tal Eulogio, me contó que al parecer en noches de luna llena se ven sombras rondar el monasterio. Gentes del lugar dicen que las sombras pertenecen a un caballero medieval. También recuerda que su padre contaba, que cuando él era pequeño y llevaba el ganado a pastar por aquella zona, procuraba que no se le hiciese de noche ya que dentro del monasterio se escuchaban voces y gritos de personas y el sabía que el monasterio estaba deshabitado. El sr. Eulogio piensa, que posiblemente su padre le contara esto para infundirle temor y así evitar que él y otros amigos entraran al monasterio en ruinas. 
¿Ficción leyenda? El misterio está servido!

Tengo que adelantar que el monasterio estaba ubicado en una parcela vallada. No sé cómo estará en la actualidad, pero seguro que habrá que pedir permiso a la autoridad competente, para poder visitarlo.  

0 comentarios:

Gracias por comentar o compartir esta noticia.