LA MADERA: El aterrizaje ovni que pudo cambiar la historia



Nunca un encuentro cercano con un OVNI había despertado tanto la atención de los medios de comunicación en Estados Unidos como el sucedido en Socorro (Nuevo México) en 1964. La opinión pública seguía con creciente interés las noticias que llegaban desde el sur del país, esperando quizás la prueba definitiva de la existencia de los misteriosos platillos volantes. No en vano, el principal protagonista del avistamiento, el agente de policía Lonnie Zamora, ofrecía un perfil intachable y las pruebas reunidas en torno al lugar del supuesto aterrizaje de la aeronave parecían demoledoras. El gobierno norteamericano a través de una comisión mixta (Bluebook), la USAF y el FBI habían acudido al lugar inmediatamente después de los acontecimientos y no lograban encontrar una explicación racional para la visión de Zamora.
El proyecto Bluebook (Comisión estatal de estudio sobre OVNIs), encabezado en Socorro por el astrónomo Joseph Allen Hynek se encontraba totalmente abrumado ante las características del incidente que se había producido.
A juicio de muchos especialistas en esas fechas estuvo a punto de producirse el anuncio oficial de la realidad de los OVNIs o al menos evidenciarse de modo irrefutable la presencia de casos sobradamente solventes y creíbles. Pero sin embargo, con algo de dificultad, las autoridades implicadas en la investigación consiguieron apaciguar las aguas y pronto los medios de comunicación olvidaron el suceso de Socorro. Todo ello fue fruto de una hábil maniobra de los servicios de inteligencia que lograron evitar que la gota que hubiera colmado el vaso llegara a ser conocida por el gran público. Sólo 2 días después de la experiencia de Lonnie Zamora un objeto de similares características aterrizó a unos 300 kilómetros de Socorro. Si el Bluebook, como solicitó el propio Dr. Hynek hubiera acudido a la localidad vecina, las implicaciones del caso Zamora hubieran tomado otros derroteros. Aunque la USAF investigó solapadamente el avistamiento no se pronunció de una manera abierta ni quiso profundizar en la cuestión como si hizo en Socorro. ¿Por qué tomaron esta aptitud las autoridades?.
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La Madera (Nuevo Mexico) fue escenario de un espectacular aterrizaje OVNI "silenciado" por la USAF.
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Era evidente, si se confirmaba oficialmente que el mismo objeto había sido visto a pocos kilómetros de nuevo y que incluso había dejado, casi, las mismas pruebas físicas sobre el terreno, los medios de comunicación habrían ahondado en la herida abierta hacía pocos días y la manifiesta realidad de los No Identificados tendría que haber sido declarada. Pero las autoridades no podían permitir dicha filtración cuando llevaban años ocultando al pueblo americano multitud de información referente a los OVNIs. Por tanto, la USAF no tenía otro camino más que censurar o por lo menos silenciar en la manera de lo posible los acontecimientos ocurridos en La Madera (Nuevo México). Y así durante muchos años el olvido se cernió sobre un caso espectacular que merecía ser rescatado. El autor del presente reportaje gracias a la colaboración del notable investigador David Rudiak pudo acceder a diferente material periodístico de la época para recomponer la historia 47 años después… ...


ATERRIZAJE EN PLENA NOCHE “Definitivamente había algo allí (…) el terreno aún estaba ardiendo 20 horas después del avistamiento” declaró a la prensa el Capitán de policía Martín Vigil que fue de los primeros en acudir a la zona del supuesto aterrizaje. Pero vayamos por el principio…
Todo comenzó la noche del 26 de abril de 1964 en La Madera al noroeste de la Española (Nuevo México) cuando Orlando Gallegos de 35 años, sobre las 00:30 horas, antes de irse a dormir observó que los caballos de la finca de su padre estaban inquietos cerca de la carretera. Al salir de la casa distinguió una extraña maquina posada en el suelo, ceca del río a no mas de 300 metros de distancia. Probablemente el estado alterado de los caballos pudo deberse a la presencia del objeto.
Lentamente, Orlando se acercó al artefacto para comprobar que se trataba de “algo” parecido a un “deposito de gas” colocado verticalmente y casi tan alto como un poste de teléfonos. Gallegos temeroso se detuvo a unos 60 o 70 metros del objeto que carecía por completo de ventanas o puertas y era de un metal reluciente. Tampoco vio nadie alrededor del aparato. De su base salían unas llamas azules de varios focos, dispuestos en círculo, que penetraban en el suelo. Al aproximarse al “deposito” las llamas dejaron de funcionar y la oscuridad le impidió observar mas detalles. Aquel artefacto tendría alrededor de unos 4 metros de altura. Gallegos no escucho el más mínimo ruido en el tiempo que estuvo parado frente al objeto. Su padre Frank Gallegos comentó a la prensa que su hijo "se fue bastante rato y cuando regresó a la casa estaba nervioso. Dijo que había visto algo en el río que soltaba un fuego azulado por debajo. Nos reímos y no le creí, pero él quiso regresar dos veces y revisar otra vez". También confirmaron a los periodistas que desconocían por completo lo que había sucedió el viernes en Socorro.
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El extraño objeto despedía unas llamaradas azules por su parte inferior.
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Orlando Gallegos había dado varios detalles que tenían su perfecto reflejo en el caso protagonizado por Lonnie Zamora. La forma ovoide, el tamaño, la llama azul así como la descripción de que el fuego penetraba en el suelo y no se repartía por la superficie. El investigador Ray Stanford decía en su libro “El escándalo del OVNI” (1976): “la “llama” que cayó en cascada a sólo 15 pasos de Zamora se diferenciaba en algo mas. Lonnie me dijo después: “Creí que rebotaría (se desviaría) en el suelo, pero no lo hizo”. De hecho, parecía una ardiente Excalibur que penetrara en las rocas y en la tierra”. Pero existen más similitudes asombrosas entre ambos incidentes….
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LAS HUELLAS DEL ENIGMA Al día siguiente, Orlando Gallegos de regreso a Santa Fe donde residía, comentó al policía Nick Naranjo lo sucedido la noche anterior. En la comisaría fue interrogado exhaustivamente por los oficiales Marvin Romero y David Kingsbury, que ya estarían advertidos de lo sucedido en Socorro y de ahí su extremado interés en conocer todos los pormenores de la experiencia de Gallegos. Posteriormente el Capitán Martin Virgil y el agente Albert Vega acudieron in situ a la granja para inspeccionar la zona. Según la prensa: “en el lugar donde Orlando Gallegos dijo que estaba posado existía una hilera de álamos con pocas hojas y algo de matorral entre el y la zona donde el objeto fue visto”. Pero lo que mas desconcertó a los policías fue la existencia de múltiples huellas en el terreno. Sobre la superficie había dos enormes quemaduras en forma de círculos superpuestos de unos 6 metros de diámetro. En su interior había varias rocas y restos de basura calcinados por una acción calorífica elevada. Pero lo mas extraño era que a tan solo 1´5 metros de una botella de refresco fundida había otra intacta. Por lo que los agentes determinaron que el “fuego” o “calor” producido en el área esta muy focalizado. En el encuentro cercano de Lonnie Zamora también se hallaron diversos elementos calcinados, sobre todo piedras que presentaban un aspecto “burbujeante” y vidrioso, como si la llama del objeto durante su funcionamiento hubiera estado cerca de tierra en su estacionamiento y posterior elevación..


Incluso las huellas halladas en La Madera era muy similares a las descritas en el episodio vivido por Lonnie Zamora, incluyendo depresiones en forma de "V", pisadas de "humanoides" y distintas quemaduras provocadas por la fuente propulsora del OVNI. Al no existir ningun esquema de las marcas halladas en La Madera, el presente dibujo, obra del autor del reportaje, pretende reflejar una hipotetica situación de la disposición de las huellas y quemaduras ateniendonos a los datos ofrecidos por los distintos reportes de prensa y el breve informe del FBI.
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El capitán Virgil intentó prender fuego a un arbusto cercano cosa que le fue imposible, por lo que descartó que todo fuera fruto de un simple incendio. El agente de policía afirmó que aquello era producto de un “calor extremo de corta duración”. Además tras posar su mano en el terreno y notar el calor no le quedo dudas de la importancia de los hechos que habían acontecido en aquella granja. Tras 20 horas el lugar seguía conservando la temperatura. Pero eso no era todo. Al igual que en el suceso de Socorro, en el interior de la zona chamuscada los policías hallaron 4 huellas rectangulares en forma de “V” de 30 cm por 20 cm y unos 10 cm de profundidad producidas por el apoyo del artefacto. Aunque Orlando Gallegos no divisara el tren de aterrizaje, aquél objeto se sostenía por un sistema idéntico al descrito por Zamora, incluyendo la curiosa forma en “V” de las terminaciones de las “patas”.
Lo mas curioso de las diversas huellas encontradas, es que, sobre la arena y la ceniza, también se descubrieron unas “pisadas” parecidas a las dejadas por “los grandes felinos montañeses” (sic), ¿pisadas de los supuestos ocupantes del artefacto?.
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En la zona tambien se hallaron unas pequeñas pisadas de "dos dedos", parecidas a las de un puma (fotografía) pero que sin embargo no pudieron ser identificadas satisfactoriamente. .


La prensa también habló de las extrañas huellas: “El oficial Albert Vega quien está destinado cerca de Ojo Caliente y que fue el primer policía estatal en la escena, dijo que las huellas que él vio parecían las pisadas de un oso con solamente dos dedos. También se encontraron depresiones en el suelo las cuales podrían haber sido hechas por un tren de aterrizaje fijo.”. El escenario del aterrizaje fue fotografiado por los agentes de Santa Fe, sin que hasta la fecha haya trascendido ninguna documentación gráfica del caso.
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. INVESTIGACIONES OFICIOSAS La USAF a través de la Base Aérea de Kirtland siguió las evoluciones del evento y aunque oficialmente no se conoció nada de sus investigaciones, es obvio que debía tener conocimiento detallado de lo sucedido en La Madera. Así lo confirma el reporte firmado por el periodista Doyle Akers donde aseguró que: “El mayor William Connor, investigador OVNI de la base de la Fuerza Aérea de Kirtland, se le esperaba hoy para dar un reporte preliminar acerca de sus pesquisas de la escena donde un objeto volador fue reportado su avistamiento en la mañana del domingo. El capitán de policía Martin Vigil quien encabeza la investigación local dijo que el Mayor Connor se acercó al área carbonizada la tarde del lunes, tomando muestras de tierra y ceniza. El punto focal de interés es un área irregular quemada en la orilla de Vallecitos en la carretera Petaca justo en las afueras de La Madera.” Curiosamente el Mayor Connor había estado en Socorro investigando el aterrizaje tan solo un par de días antes. .


Como asesor del Proyecto Libro Azul de la USAF, el astronomo Joseph Allen Hynek acudió a Socorro (Nuevo Mexico) para conocer de primera mano el extraordinario avistamiento OVNI del sheriff Lonnie Zamora. Pese a la existencia probada de otros testimonios que avalarian el encuentro cercano protagonizado por el agente de la ley, las autoridades no consideraron "oportuno" ni "trascendental" añadir a sus infomes dichos relatos ni buscar a mas testigos. De la misma forma impidieron que el Dr. Hynek acudiera La Madera. Es mas, ni tan siquiera le comunicaron las pesquisas efectuadas en La Madera, pese a que algunos militares estuvieron presentes en ambos aterrizajes OVNIs, como en el caso del Mayor Connor.
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Otra crónica de Associated Press confirmaba la presencia de los militares en toda la trama, cuando un reportero entrevistó a Martín Virgil: “el capitán mencionó que contactó con la Base de Kirtland y un oficial no identificado le indicó que un equipo militar de investigadores estaba en camino.” ¿Dónde están los expedientes y los resultados de laboratorio?, ¿Qué más averiguó la USAF?...
Quien si redactó un breve informe secreto de tres páginas fue el FBI, información que fue desclasificada hace algunos años. En dicho teletipo, con fecha 27 de abril de 1964, se indica que un agente gubernamental entrevistó a Orlando Gallegos y le pareció un testigo sobrio y asustado por lo que presenció aquella noche. El artefacto le fue descrito como un tanque de gas butano de unos 3’5 metros a 4 metros de altura. Aparentaba estar en el suelo y rodeado de unas llamas azules y blancas que surgían de unos escapes en forma de ojos de buey. Gallegos solo pudo ver el objeto durante aproximadamente un minuto, coincidiendo con el funcionamiento de los escapes de las llamas. El testigo indicó al agente del FBI que el artefacto estaba inmóvil y que no escuchó ningún tipo de ruido. Un dato interesante reflejado en los documentos es que Orlando a la mañana siguiente, antes de partir hacia Santa Fe, observó un fuego que ardía aún en la zona donde había estado posado el objeto.
Acompañado por la policía al lugar del incidente, sobre las 19:30 horas, encontraron una zona circular chamuscada de unos 9 o 12 metros de diámetro (este dato varia de las otras informaciones que mencionan la existencia de círculos concéntricos de 6 metros). Dentro del área quemada el testigo señaló la existencia de unas huellas rectangulares en la tierra en forma de incisión en V, de 20 y 30 centímetros, y de 8 a 10 cm de profundidad.
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La prensa de Nuevo Mexico se ocupó del incidente de La Madera, pero inexplicablemente y fuera de toda lógica, ni las numerosas organizaciones civiles de investigación OVNI ni los ufólogos norteamericanos se tomaron la molestia de ir a lugar de los hechos para recabar mas información. .


Gallegos comentó al agente gubernamental que, tal como informó a los policías que le interrogaron en primeras instancias, las marcas y quemaduras aparecieron en el lugar después del avistamiento. También descubrieron tres muescas más en el terreno, así como varias suaves marcas circulares chamuscadas en el suelo de cerca de 7´5 centímetros de diámetro. De nuevo, los paralelismos con el avistamiento de Zamora son pasmosos, el propio Ray Stanford confirmó al autor del presente reportaje que algunos cartones recogidos por el Dr. Hynek y el policía Sam Chávez en Socorro tenían quemaduras en forma de pequeños círculos.
Así mismo el informe desclasificado concluye indicando que no existen más testigos de los hechos y que el FBI no ha realizado ninguna indagación más. Aunque concluye que tanto el caso de La Madera como el de Socorro permanecen sin explicación por parte de los militares (¡).
Pese a lo suscrito en el expediente del FBI desclasificado, otros avistamientos OVNIs se produjeron en las cercanías y ninguno de ellos fue investigado. Los periódicos locales vagamente se hicieron eco de alguno de éstos casos, así como, de nuevo, del interés de la Fuerza Aérea:
“El policía estatal Cap. Martin Vigil dijo que investigadores de la Base de la Fuerza Aérea de Kirtland en Albuquerque iban a llegar hoy a la Española después de notar la similitud en los distintos reportes (Socorro y La Madera). Todas las informaciones de avistamientos son similares, y se describen objetos ovalados o en forma de huevo, llamas rodeando la nave cuando está en tierra, tierra quemada y depresiones en forma de cuña que los oficiales dijeron parecen haber sido dejadas por algún tipo de tren de aterrizaje. (…) La Policía Estatal recibió un reporte de dos hombres que viajaban en la misma área (La Madera) el sábado por la noche en el que un objeto volador, del cual ellos dijeron que definitivamente no fue un avión, se les abalanzó hacia su auto, para luego desviarse. En Socorro, de donde vino el primero de este tipo de reportes un viernes por la mañana por parte de un oficial de policía, un conductor, George Mitropolis de Albuquerque, informó de un avistamiento el domingo en la noche de una cosa voladora luminosa, parecida a una bañera invertida, sin luces excepto por un brillo parecido a un resplandor de escape por debajo de ella (…)
Una muchacha no identificada, de alrededor de 18 años, dijo al Oficial Bill Pyland que ella vio fuego en las colinas al suroeste de Socorro el domingo por la noche, donde el Oficial Lonnie Zamora reportó por primera vez el avistamiento de un "objeto de forma de huevo" . Ella dijo que estaba a una distancia de 100 metros a 150 metros del fuego cuando creyó ver algo entre las llamas. Entonces se marchó para contarlo”..

Escueto informe elaborado por el FBI sobre el aterrizaje de La Madera y desclasificado decadas despues. ¿Es esta la unica documentación oficial del caso?. .


Pese a éste aluvión de datos parece ser que los militares no efectuaron ninguna encuesta y ni siquiera permitieron que el Dr. Joseph Allen Hynek fuera a La Madera para entrevistarse con Orlando Gallegos. Lo único que hicieron fue silenciar los datos. Ni se buscaron más testigos ni se entrevistó a los que existían.
Del mismo modo, nunca se conocieron los resultados de laboratorio que debieron obtenerse del análisis de los múltiples restos anómalos dejados en el aterrizaje. Ni se publicaron jamás croquis, ni fotografías de las huellas y marcas halladas sobre el terreno.
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Las similitudes del avistamiento de Orlando Gallegos con el OVNI reportado por Lonnie Zamora son sorprendentes. Si la opinión publica hubiera conocido los pormenores de ambos sucesos la realidad del fenómeno OVNI hubiera sido incuestionable. Hay que recordar que el propio Dr.Hynek reconoceria, años despues, que el presente caso representa sin dudas la mayor prueba de la existencia de aeronaves no identificadas sobre nuestro planeta. .


Como tampoco trascendió la naturaleza de las extrañas pisadas de dos dedos aparecidas en el interior de los círculos calcinados. Igualmente nadie se tomó la molestia de estudiar las cuatro marcas del tren de aterrizaje del artefacto, que se hundieron en la grava, unos 10 cm, que hubiera podido determinar el peso aproximado del objeto.
La USAF tenía claro que la estrecha relación entre el caso de Zamora y Gallegos podía desestabilizar su política sistemática de ocultación y desprestigio sobre el fenómeno OVNI.
Pero como hemos comprobado es indudable que en abril de 1964 en el estado de Nuevo México se produjeron multitud de avistamientos de aeronaves no identificables que atrajeron el interés de las autoridades. La seriedad de los testigos así como la uniformidad de los testimonios recabados apuntaban sin tapujos hacia la realidad de los mismos. De igual forma, para evitar las suspicacias sobre equívocos sensoriales los citados fenómenos dejaron huellas, marcas y anomalías físicas a su paso perfectamente cuantificables. Si la USAF, en aquel entonces, hubiera hecho público de forma notoria sus averiguaciones en aquella región, nuestra percepción sobre los OVNIS en la actualidad hubiera cambiado radicalmente.
Pero sin embargo las autoridades norteamericanas no estaban por la labor.
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Los elementos comunes de la experiencia de Orlando Gallegos y Lonnie Zamora, al margen de las espacio temporales (tiempo y distancia: 48 horas de diferencia/300 km de distancia) son abrumadoras. A continuación enumeramos las conexiones entres ambos avistamientos: 1.- Objeto Ovoide (señalado en blanco en la imagen). 2.- Cuatro soportes o patas (rojo). 3.- Huellas en forma de cuña (rojo). 4.- Bajo el objeto existía una llamarada azul (ambas penetraban en el terreno de identica forma) (verde). 5.- Materiales abrasados y derretidos en la zona del aterriazaje (azul). 6.- Quemaduras en forma de pequeños circulos (amarillo bajo derecho) 7.- Pequeñas pisadas sin identificar (naranja). .
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El Dr. Hynek, por experiencia propia, no dudaba de la férrea censura y manipulación existente en todas las comisiones estatales dedicadas al estudio de los No Identificados dirigidas en la última mitad del Siglo XX por el gobierno estadounidense. En su excelente y demoledora obra “El Informe Hynek” (1977), el astrónomo escribía: “Una vez tomada la decisión (por parte de las autoridades) de que los OVNIs tenían que ser un invento de la imaginación, la metodología de la Fuerza Aérea respecto de los OVNIs jamás cambio de orientación. El lema de “no puede ser, por consiguiente no es”, se convirtió en el principio conductor, y todo aquel vinculado con el Proyecto Libro Azul, del director abajo, aprendió a repetirlo o atenerse a las consecuencias”. El ufólogo Richard Greenwell perteneciente al APRO (Aerial Phenomena Research Organization) publicó en 1968 un documentado libro titulado “Un estudio sobre los OVNIs” donde afirmaba que las investigaciones de la USAF estaban encaminadas a restar importancia a la problemática de los No Identificados: “El Dr. Hynek admitió este procedimiento cuando habló en una sesión a puerta cerrada del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes en Washington DC en Abril de 1966. El dijo que: “En la investigación de casos verdaderamente inexplicables, hemos tenido la tendencia a inferir que el objeto hubiera sido identificado si la investigación hubiera sido seguida a su fin, o sino que la observación simplemente carecía de valor en primer lugar”. Al decir “hemos”, el Dr. Hynek se refería a la Fuerza Aérea, o más especialmente al proyecto Bluebook. El Dr. Hynek también dijo que el procedimiento de la Fuerza Aérea de tratar de dar poca importancia a ciertos casos, que era la política de años atrás, había tenido “gran éxito”, pero que podía entorpecer el camino del progreso y la investigación porque “si uno excava demasiado cuidadosamente buscando carbón” dijo, “es muy fácil perder los diamantes”. Esto es quizás lo que sucedió en Socorro. Perdieron los diamantes”….

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JOSE ANTONIO CARAV@CA

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. NOTA: El autor del reportaje quiere agradecer públicamente la colaboración prestada por el investigador y amigo Kevin Pacheco en la laboriosa y tediosa traducción de documentos y recortes de prensa.

Fuentes: José Antonio Caravaca
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