Le llegó el final a la casa embrujada de Chillán

Hace tiempo y en el otro blog de Otros Mundos, ya les hablé de una casa que decían que estaba embrujada. Precisamente esta casa se encontraba entre las calles Schleyer y Pedro Aguirre Cerda, en Chillán (8ª Región, Chile).

Al parecer la casa fue construida después del terremoto de 1939. Fue una casa adelantada a su tiempo ya que la construyeron para que fuese antisísmica. A pesar de que no era una casa muy grande, utilizaron para su construcción unos mil sacos de cemento.

 Durante 70 años se dijo que estaba embrujada. Este embrujamiento según contaba la leyenda era debido a que el dueño enterró después de asesinar a toda su familia, en un sótano que estaba al lado de la cocina.
También comentaban los vecinos que en otra ocasión, hubo una disputa entre unos recién casados y el marido mató a su mujer pero esta vez no la enterró, en el sótano si no, que lo hizo en el jardín.

 
Después de haber estado inhabitada y sin conservación, muchos años la casa se mantenía en muy buen estado, lo que hacía que la leyenda de que era una casa fantasma, se hacía cada vez más grande.

Se decía que aquellos valientes que intentaban entrar dentro y recorrer sus pasillos salían aterrorizados. Uno de los vecinos cercanos a ella, comentaba que muchas noches la casa estaba totalmente iluminada, a pesar de estar el suministro eléctrico cortado.

Pero al final le ha llegado el turno de pasar a mejor vida. Lo que la naturaleza no ha conseguido con el paso de los años ya que incluso pudo superar el terremoto del 27 de febrero del año 2010 que no le hizo ni una sola grieta. Esta vez la tecnología moderna es la que se encarga de derribarla.

O sea que al final la han derrumbado, y se acabó la casa fantasma, a pesar de las muchas protestas de los vecinos, que estaban en contra de este derribo.

¿Terminarán con esto todos los casos de fenómenos de telequinesis (desplazamientos de objetos), así como las lluvias de piedras, que recibían los que se adentraban entre sus muros?
El tiempo lo dirá!

Imágenes cogidas del diario Cronica de Chillan Chile