Caso Alcásser: Crimen, Terror y Silencio


Caso Alcásser, 20 años después

Al final de una tarde de un 13 de noviembre de 1992, tres niñas de Alcácer, decidieron por unanimidad acudir a una fiesta estudiantil en la discoteca de la vecina localidad de Picassent. Una decisión, paradójicamente, errónea  y nefasta para el devenir de su futuro, o quizás no, quizás ya estaban señaladas por alguien.



Cuando estaban muy próximas a su objetivo, la citada discoteca, un vehículo se detuvo ante ellas y fueron invitadas a subir al mismo, indicándoles que las acercarían a la puerta de la sala de fiestas.
Según el testigo presencial, que aseguró verlas desde la ventana de su domicilio, nadie se percató de aquellos movimientos. Subieron al vehículo sin violencia, sin nada extraño que revelara el triste, atroz y tortuoso final que les esperaba…

Un misterioso vehículo les robó los últimos segundos de libertad, de felicidad e ilusión adolescente. Nunca volvieron a verlas con vida. Fue la última ráfaga de existencia de Mirian, Toñi y Desiré.
Desde ese momento, tras cumplir el impaciente lapso de tiempo de espera en los hogares de las niñas, comienza una fulgurante carrera en la desesperada búsqueda y localización de las jóvenes.

Fueron muchas jornadas de agobio, noches sin dormir, largos viajes en busca de una esperanza, de un atisbo de luz… Una búsqueda que incluso se cobró la vida de un miembro de Protección Civil, al ser arrollado por un vehículo durante las tareas de localización. La desgracia se acrecentaba y la búsqueda de las chicas parecía nublarse por momentos.
Pero no se bajaba los brazos y la indagación por saber sobre el paradero de las tres chicas era el único motivo que les empujaba.

Aquella era una campaña jamás vista en la historia de la España moderna. Un apoyo constante de las autoridades centrales. Cientos de camioneros internacionales con la imagen de las niñas en sus ventanillas. Una lucha feroz entre canales televisivos por conseguir la mejor y mayor información, no exenta de novedades.

El coraje de unos padres que jamás bajaron los brazos, acudiendo a dónde era necesaria la presencia, llevados por la amargura y con el único fin de poder aportar su grano de arena, para descubrir donde se encontraban: Miriam, Toñi y Desireé, especialmente, el padre de la primera: Don Fernando García…

Todo un esfuerzo que se desplomó como un castillo de naipes, justamente a los 75 días… En una fría mañana del miércoles, 27 de enero de 1993, cuando unos apicultores observaron algo anormal muy cerca de unas colmenas de su propiedad. Aquellos hombres pudieron ver, con estupor, que una mano humana, casi oculta entre los matorrales, sobresalía del suelo…

En un paraje casi inaccesible y olvidado por la mayoría de los lugareños, conocido como La Romana, la tragedia cobró forma al ofrecer los cuerpos inertes, sin vida, de las tres chicas. El revuelo fue increíble. Una batida de enormes dimensiones mediáticas ofrecía y el primer y más importante episodio, que de forma causal, ponía fin a la búsqueda de las tres desafortunadas.

A partir de ese momento, comenzaba otra impetuosa carrera. Con la muerte de las jóvenes, se iniciaba una exhaustiva indagación para saber quien o quienes fueron los responsables de aquellas muertes. Las víctimas mortales presentaban una imagen de sufrimiento, angustia, tortura; además de un sinfín de martirios impensables en la mente humana…

Las preguntas que todos se hacían en silencio eran: Miriam, Toñi, Desiré… ¿Qué os han hecho? ¿Qué monstruo ha sido capaz de tan atroz asesinato?

Pero ocurrió algo increíble. Una pista realmente extraña, curiosa de por sí, insólita; además de sorprendente, aparecía ante ellos. Era una simple nota  posada en el suelo, en el que aparecía un nombre y dos apellidos… Se trataba de un justificante de la Seguridad Social, además de otros indicios, como si el destino quisiera entregar, en bandeja, este intrigante asunto a las autoridades competentes. Es en ese momento cuando se inicia la orden de caza y captura de aquella persona que aparecía en dicho volante sanitario.

Aquel propósito de arresto, finaliza con la escabullida del personaje, una evasión con tintes dramáticos. Pero la audacia del fugado, en cuestión, pone contra las cuerdas a toda una redada policial, cuyo objetivo de detener al supuesto responsable, no dio los frutos deseados. Sin embargo, sí detienen a otras personas que, a la postre, serían decisivas en el resultado final del juicio.
El desarrollo del litigio dejó un reguero de opiniones en todos los sentidos: desde la práctica de la autopsia, en la cual hubo serias discrepancias; los testigos, que muchos pusieron en tela de juicio su veracidad; el relato del único detenido hasta la fecha…
Pese a todo,  20 años después todavía continúa siendo un enigma sin resolver.

Quedaron muchas lagunas, muchas preguntas por hacer, al margen de las que se formularon… pero las mismas solo tuvieron una respuesta: el silencio.
La sociedad vivió el final del proceso con cierta indiferencia, convencida de que, el máximo culpable, pereció ahogado en su fuga en las frías aguas de la costa de Irlanda, mientras su cómplice, de aquel crimen sin sentido, cumple una condena sin precedentes. Sin embargo, otras personas comprobaron, con cierta indignación el veredicto, y estas son las que mantienen viva la llama de la esperanza, de conocer la verdad de una vez por todas…

Una de las personas que mantiene esa esperanza es el padre de Mirian, Don Fernando García, que aún pasados 20 años, sigue su lucha incansable y en solitario, esperando encontrar la verdad.
Su rostro, vivo reflejo de la angustia, el dolor y la incertidumbre, vive aún con un continuo pensamiento que perdura  durante todos estos años… ¿Qué pasó, Mirian, que pasó? Una pregunta que le martillea cada día.
Sus ojos, muestran el amor hacia su hija… un descomunal vacío que le ha dejado la ausencia de la misma, y un pensamiento que, sin lugar a dudas, va unido a los constantes latidos de su desolado corazón, que desde ese día 13 noviembre de 1992, no tiene descanso.

Muchos de los que nos escuchan en este momento, eran muy jóvenes o incluso no habían nacido cuando este perverso hecho se produjo. Pero otros, seguramente, tendrán, muy en mente, la imagen de Fernando García visitando platós de televisión y emisoras de radio llevado por el dolor y la rabia, por la angustia y la desesperación…

Entre aquellas desafortunadas chicas se encontraba su hija Miriam, que le habían cercenado la vida, se la habían arrebatado sin sentido ni razón. Y su vida, la vida de Don Fernando, al menos una gran parte de ella, se marchaba o moría junto con su hija.

Como decía, han pasado 20 años de este escalofriante suceso, y los componentes de este programa llamado Otros Mundos, queremos darle nuestro apoyo y hacerle saber que no camina solo. Nuestro cariño por su gran humanidad y nuestra admiración por la lucha que viene llevando a cabo desde hace dos décadas…

Sabemos que, en todos estos años, Fernando, ha ido “remando” en una sola dirección, sin una “armadura” que lo protegiera, luchando incesantemente por poner cara a quiénes quitaron la vida de su hija y sus amigas. Podemos intuir que, muchas noches, invadido por la triste amargura, ubicado en la soledad de su habitación, se habrá preguntado:
¿Cómo puede llegar a ser tan insensible el ser humano? ¿Es qué nadie comprende mi dolor?
Y ve que la vida sigue su curso y piensa que toda su dramática historia está cayendo en el olvido, mientras sus lágrimas brotan por su rostro y seguro pensara en aquella niña que le arrebataron, su querida Miriam y también, en sus dos amigas que estaban junto a ella: Toñi y Desiré…
Bien, hoy queremos mostrarle a usted D. Fernando García, que aquellos niños y no tan niños, queremos mostrarle toda nuestra admiración, nuestro cariño y nuestro apoyo. Qué aquí tiene a personas que sienten y se emocionan, sabemos comprenderle, de ahí nuestro ofrecimiento.

Que como dice la letra de una canción de un club inglés de futbol, que sepa que “nunca caminará solo”. Que jamás, escúcheme bien, nunca caerá en el olvido su historia y su dolor.
Tuve la suerte de conocer en persona a D. Fernando García hace ya unos años. Fue en Murcia, en la puerta de uno de los grandes almacenes de nuestra ciudad. Su dolor era exportado por cada uno de sus poros, y, a pesar de ello, su amabilidad y simpatía eran arrolladoras.

Decir también que, en estos últimos días, D. Fernando, ha podido ver, en las importantes redes sociales: facebook, tuenti, twitter, la fotografía principal, la imagen de las niñas; vetando así a cualquiera, pidiendo a gritos públicamente que revisen el caso de “Las niñas de Alcasser”.

Queremos que comiencen desde cero, y que la Justicia se compadezca, no sólo de usted D. Fernando, sino de toda España, de todo el mundo, que es quién lo está solicitando a gritos. Sabemos que no le quedan fuerzas, pero su dolor y frustración le hacen seguir en la brecha. Pero no olvide jamás, que esa tenue fuerza que le invade, le es espoleada con la energía de todos nosotros; qué, a buen seguro, le empujará para que, de una vez por todas, se sepa la auténtica verdad.

Queremos y deseamos que alguien tenga el valor de dar un paso adelante, y a la vez, dar un puñetazo en la mesa y diga: la Justicia también está con todos vosotros y con ese padre que lo único que ha estado buscando todos estos años es la verdad… la auténtica verdad de la muerte de su hija y de sus amigas.

Sabemos que este dolido padre, no quiere otra cosa que levantar ese oscuro telón que parece impedir ver lo que hay detrás del mismo, y aparezca en el escenario: la realidad y la verdad.

Sería maravilloso no tener que seguir haciéndose reiteradamente la misma pregunta: ¿Qué pasó realmente? Una pregunta que retumba cada día en su interior, y que cuando la formule, que sepa que el eco de su voz es también nuestra voz.

Don Fernando, quiero hacerle llegar, en nombre de todo el equipo de Otros Mundos, el apoyo, el cariño y la admiración por su perseverancia. Espero que todo esto pueda recibirlo y sentirlo con todo nuestro afecto hacia usted y su familia. Y, por favor, nunca olvide que usted, ni estuvo ni ha estado, ni estará jamás sólo en este escenario que la vida, por desgracia, le ha invitado a experimentar.


Nunca vamos a poder suplir la ausencia de su hija Miriam, ni a sus dos amigas, pero vamos a intentar arroparlo y, de ese modo, pueda sentir nuestro calor y solidaridad.

Como comandante de esta ‘Nave del Misterio’, como responsable de este programa de radio, como director de Otros Mundos, deseo y pido que, de una vez por todas, se atienda esta, para muchos, inacabada investigación del célebre caso Alcácer.

Con especial cariño para D. Fernando García, de parte del equipo, AB&MP Investigaciones, Mayka Pinto y Ángel Beitia, nuestros compañeros del programa, quiénes están investigando el caso y del que seguiremos conociendo más datos, aquí, en Otros Mundos.

3 comentarios:

  1. Me llamo Juan, y trabajaba en aquella epoca en la dicoteca coloor como vigilante, ademas, de ser vecino y conocido, que no amigo, de anglés y pienso que podria contar cosas que nunca se contaron por aquel entonces.

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  2. Juan sería un placer poder escuchar tus experiencias. Si lo ves conveniente escríbenos al email de Otros Mundos.
    otrosmundos.eu@gmail.com Un saludo y muchas gracias. Juan Navarro

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  3. Juan sería un placer poder escuchar tus experiencias. Si lo ves conveniente escríbenos al email de Otros Mundos.
    otrosmundos.eu@gmail.com Un saludo y muchas gracias. Juan Navarro

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