La Leyenda del fantasma de la Mansión Lazcano de Colón
Cuenta la leyenda que la sobrina del coronel Melitón Lazcano, que residían en lo que hoy es 12 de abril y Alejo Peyret, se enamoró de un gitano que se encontraba trabajando en la construcción de la Plaza de Toros.
La Leyenda del fantasma de la Mansión Lazcano de Colón
Ambos jóvenes mantenían una relación a escondidas de los ojos de la sociedad, por tratarse de la unión personal de dos clases bien diferenciadas. La de una familia aristocrática de la ciudad y la de un peón de origen gitano.
Testigos cuentan que el “gitano” como lo conocían popularmente era un joven esbelto, de piel morena y de ojos extremadamente claros, la chica era una joven rubia con rasgos típicamente europeos.
Pero este amorío en las sombras no pudo ser llevado con mucha confidencialidad, ya que el coronel pudo advertir de la relación.
La historia popular dice que Lazcano, sin poder separar a su sobrina del muchacho, mandó al muchacho a hacer unas diligencias afuera de la ciudad donde, algún sicario le dio la muerte.
La joven sin conocer el paradero de su amor, comenzó a encerrarse cada vez más en su mundo de fantasía y con la esperanza de que su amor regrese con ella. Lazcano ante las preguntas de su sobrina respondía que la ausencia del adolescente se debía a que se había ausentado por trabajo a otro lugar.
La soledad y el encierro hicieron que un día la joven volviera a Montevideo su ciudad natal, con la desazón de su amor.
La fábula cuenta que el asesinato ocurrió en pleno festejo del carnaval, por el mes de febrero, y como venganza de lo ocurrido el alma “del gitano” aparece acechando a los alrededores de la mansión Lazcano.
Cuando se habla con los habitantes de la manzana, algunos son incrédulos en cuanto a la leyenda y otros indican que cosas extrañas ocurren en época de carnaval en la zona del puerto, alimentando de esta manera el mito del fantasma del gitano.
Fuentes:http://www.diarioadnentrerios.com.ar
La Leyenda del fantasma de la Mansión Lazcano de Colón
Ambos jóvenes mantenían una relación a escondidas de los ojos de la sociedad, por tratarse de la unión personal de dos clases bien diferenciadas. La de una familia aristocrática de la ciudad y la de un peón de origen gitano.
Testigos cuentan que el “gitano” como lo conocían popularmente era un joven esbelto, de piel morena y de ojos extremadamente claros, la chica era una joven rubia con rasgos típicamente europeos.
Pero este amorío en las sombras no pudo ser llevado con mucha confidencialidad, ya que el coronel pudo advertir de la relación.
La historia popular dice que Lazcano, sin poder separar a su sobrina del muchacho, mandó al muchacho a hacer unas diligencias afuera de la ciudad donde, algún sicario le dio la muerte.
La joven sin conocer el paradero de su amor, comenzó a encerrarse cada vez más en su mundo de fantasía y con la esperanza de que su amor regrese con ella. Lazcano ante las preguntas de su sobrina respondía que la ausencia del adolescente se debía a que se había ausentado por trabajo a otro lugar.
La soledad y el encierro hicieron que un día la joven volviera a Montevideo su ciudad natal, con la desazón de su amor.
La fábula cuenta que el asesinato ocurrió en pleno festejo del carnaval, por el mes de febrero, y como venganza de lo ocurrido el alma “del gitano” aparece acechando a los alrededores de la mansión Lazcano.
Cuando se habla con los habitantes de la manzana, algunos son incrédulos en cuanto a la leyenda y otros indican que cosas extrañas ocurren en época de carnaval en la zona del puerto, alimentando de esta manera el mito del fantasma del gitano.
Fuentes:http://www.diarioadnentrerios.com.ar
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