La NASA encuentra una nave perdida en la Luna


Ha utilizado una nueva técnica de radar para dar con una sonda india de la que no se tenía noticia desde 2009


El complejo de comunicaciones de Goldstone en California - NASA/JPL-Caltech


La NASA ha localizado en la órbita de la Luna una nave espacial perdida, la india Chandrayaan-1, con la que no se tenía contacto desde 2009. Una nueva aplicación de radar ha permitido el hallazgo, muy complejo, ya que se trata de una sonda muy pequeña, de apenas el tamaño de un coche pequeño, situada a 380.000 kilómetros de distancia. Con la misma técnica, los científicos han podido localizar con exactitud también el Orbitador de Reconocimiento Lunar (LRO), un artefacto en activo de la agencia espacial que gira alrededor de nuestro satélite natural desde hace siete años. La nueva técnica podría ayudar a planificar las futuras misiones a la Luna.

Encontrar naves abandonadas y desechos espaciales en la órbita de la Tierra puede ser un reto tecnológico. Pero detectarlos alrededor de la Luna es aún más difícil, explican desde la NASA. Los telescopios ópticos son incapaces de dar con pequeños objetos ocultos bajo la luz brillante de nuestro satélite natural. Sin embargo, la nueva aplicación tecnológica de radar interplanetario creada por científicos del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) en Pasadena, California, ha localizado con éxito las dos naves.

«Hemos sido capaces de detectar la LRO y la Chandrayaan-1 con un radar terrestre», dice Marina Brozovic, científica en el JPL e investigadora principal para el proyecto. «Dar con la LRO fue relativamente fácil, ya que trabajamos con los navegantes de la misión y teníamos datos de la órbita precisa en la que se encuentra. Encontrar la Chandrayaan-1 requirió un poco más de trabajo de investigación, debido a que el último contacto con la nave espacial fue en agosto de 2009».

Además, la nave espacial india es muy pequeña, apenas un cubo de 1,5 metros de lado, aproximadamente la mitad del tamaño de un coche biplaza. A pesar de que el radar interplanetario se ha utilizado para observar pequeños asteroides a varios millones de kilómetros de la Tierra, los investigadores no estaban seguros de que un objeto más pequeño tan lejano como la Luna se pudiera detectar, incluso con los radares más potentes del mundo. La Chandrayaan-1, dicen, resultó ser el blanco perfecto para demostrar la capacidad de esta técnica.

Si bien todos los transmisores de radar utilizan las microondas, no todos son iguales, explican desde el JPL. El radar de la policía tiene un radio de acción de cerca de kilómetro y medio, mientras que el radar de control de tráfico aéreo llega a los 96 km. Para encontrar una nave espacial a 380.000 kilómetros, el equipo del JPL utilizó una antena de la NASA de 70 metros en el complejo de comunicaciones de Goldstone en California para enviar un potente haz de microondas dirigido hacia la Luna. A continuación, los ecos de radar recuperados de la órbita lunar fueron recibidos por el telescopio de 100 metros de Green Bank en West Virginia.

Además, encontrar una nave espacial abandonada que no ha sido rastreada durante años es difícil en la órbita lunar porque la Luna está llena de mascones (regiones con atracción gravitatoria más alta que el promedio) que pueden afectar drásticamente la órbita de una nave espacial con el tiempo, e incluso hacer que se estrelle contra la superficie lunar. Los cálculos orbitales del JPL indicaron que la Chandrayaan-1 todavía debía de estar dando vueltas a unos 200 kilómetros por encima de la superficie, pero se consideraba «perdida».
Misión tripulada

Sin embargo, el equipo de radar utilizó el hecho de que esta nave espacial está en órbita polar, por lo que siempre se cruzaría por encima de los polos lunares en cada órbita. Así, el 2 de julio de 2016, el equipo apuntó los telescopios de Goldstone y Green Bank a un lugar cerca de 160 kilómetros por encima del polo norte lunar y esperó para ver si la nave espacial perdida atravesaba el haz del radar. Chandrayaan-1 debía de completar una órbita alrededor de la Luna cada dos horas y 8 minutos. Algo que tenía una firma de radar de una pequeña nave espacial cruzó el haz dos veces durante las cuatro horas de observación, y los tiempos entre las detecciones se correspondían con el tiempo que se suponía tardaba la Chandrayaan-1 en completar una vuelta y volver a la misma posición sobre el polo de la Luna.

El equipo utilizó datos de la señal de retorno para estimar su velocidad y la distancia al objetivo. «Resulta que teníamos que cambiar la ubicación de la Chandrayaan-1 unos 180 grados, o la mitad de un ciclo de las antiguas estimaciones orbitales desde 2009», dice Ryan Park, responsable del grupo de Dinámica de Sistemas Solares del JPL. «Pero por lo demás, la órbita de la Chandrayaan-1 todavía tenía la forma y la alineación que esperábamos».

Según la NASA, esta nueva técnica para detectar y rastrear incluso pequeñas naves espaciales en la órbita lunar podría ayudar al desarrollo de las futuras misiones humanas y robóticas a la Luna, como herramienta de evaluación del peligro de colisión y como un mecanismo de seguridad para las naves espaciales que se encuentran con problemas de navegación o de comunicación.

Fuentes: ABC.ES

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