Suceso inexplicable en los Urales

Se cumplen en este 2013 cincuenta y cuatro años de un espeluznante suceso que aún –hoy día– sigue sin explicación: La muerte en 1959 de un grupo de alpinistas en los Urales.
«Fallecidos a causa de fuerza desconocida». Esa fue la desconcertante conclusión a la que llegaron los investigadores tras analizar sus cuerpos. Prácticamente desnudos, en mitad de la noche y con temperaturas de 30º bajo cero, los nueve estudiantes huyeron de su campamento atemorizados por algo que aún sigue siendo un completo misterio.

El Incidente del Paso Diatlov se refiere a un suceso durante el cual 9 jóvenes que iban a acampar se vieron involucrados en un evento desconocido que dió como resultado la muerte de todos ellos en los Montes Urales. El accidente ocurrió la noche del 2 de febrero de 1959 en la ladera este de la montaña Jolat Siajl (Холат Сяхл), un nombre Mansi que significa (Montaña de la Muerte). El puerto de montaña (N61°45'17", E59°27'46") donde ocurrió el accidente pasó a llamarse desde entonces Paso Diatlov (Перевал Дятлова) en recuerdo al líder de la expedición Igor Diatlov (Игорь Дятлов).

La falta de testigos llevó a los forenses a este análisis y las investigaciones posteriores a la muerte de los expedicionistas han inspirado multitud de especulaciones. Las investigaciones soviéticas llevadas a cabo para aclarar las muertes sugieren que en un momento determinado los excursionistas rasgaron su tienda de campaña desde dentro, sin detenerse en abrirla, caminando descalzos a través de la nieve. Aunque los cuerpos no mostraban signos de lucha, dos víctimas tenían los cráneos fracturados, otras dos varias costillas rotas y a una de ellas le faltaba la lengua. Según las fuentes, cuatro mostraban contenidos importantes de niveles de radiación.

No hay mención de esto en la documentación contemporánea, sino que sólo aparece en documentos posteriores. Los investigadores soviéticos determinaron que "una fuerza desconocida e irresistible" había causado las muertes. El acceso a la zona fue prohibida a esquiadores y otros aventureros durante tres años después del incidente.

La cronología de los hechos aún no está clara debido a la falta de sobrevivientes. La ropa de las víctimas contenía altos niveles de radiación. Los investigadores soviéticos solo determinaron que una "fuerza desconocida" causó las muertes, prohibiendo la entrada al área durante años a partir de entonces. Las causas del accidente son un misterio. Algunos investigadores sugieren que la "fuerza desconocida" pudo ser una avalancha pero aun así hay peculiaridades en el caso que permanecen sin explicación.


Comenzando por la parte superior y de izquierda a derecha, los protagonistas del suceso: Igor Diatlov, Ludmila Dubinina, Alexander Kolevatov, Alexander Zolotaryov, Georgi Krivonischenko, Nicolás Thibeaux-Brignollel, Rustem Slobodin, Yuri Doroschenko, Zina Kolmogorova y Yuri Yudin

Recorrido y situación geográfica

Este lugar ya era temido por los mansis por la leyenda de los nueve estudiantes que murieron en el lugar por causas desconocidas; de ahí el nombre de la montaña "La montaña de los muertos". En 1960, un año después de las muertes, un avión que transportaba a nueve personas contando al piloto y al copiloto, murieron al sobrevolar la montaña. La caja negra no aportó ningún dato clave para la investigación.
Jolat Siajl se hallaba cerca del pico Gora-Otorten o simplemente Otorten, que tenía más de 2.000 metros de altura. Este pico que significa "no vayas allí jamás" también estaba maldito, y después del recorrido que harían los excursionistas, se iban a dirigir hacia esa montaña, aunque la noche del 1 de febrero, mientras montaban el campamento base, los aldeanos sabían que no lograrían hacer todo el camino.

Antecedentes

El objetivo de la expedición era llegar a Otorten (Отортен), una montaña de 10 kilómetros al norte del lugar del incidente. Esta ruta, en esa estación del año, se estimó como de "Categoría III", la más difícil. Todos los miembros tenían experiencia en viajes de larga duración en esquí y en expediciones de montaña.
El grupo llegó en tren a Ivdel (Ивдель), una ciudad en el centro de la norteña provincia de Sverdlovsk Óblast el 25 de enero. A continuación, tomó un camión para Vizhai (Вижай) - el último asentamiento habitado en el extremo norte. Ellos comenzaron su marcha hacia el monte Otorten de Vizhai el 27 de enero. Al día siguiente, uno de los miembros (Yuri Yudin) se vio obligado a regresar debido a una enfermedad. Ahora el grupo quedó formado por nueve personas.

Con los diarios y las cámaras que se encontrarón en torno a su último campamento se hizo posible realizar un seguimiento de la ruta del grupo hasta el día anterior al incidente. El 31 de enero, el grupo llegó al borde de una zona de tierras altas y comenzó a prepararse para la escalada. En un valle silvestre se abastecieron de alimentos y equipo que utilizarán más adelante para el viaje de regreso. Al día siguiente (1 de febrero), los excursionistas comenzaron a moverse a través del paso. Parece ser que tenían previsto cruzar el paso y llegar al campamento la noche siguiente, situado en el lado opuesto, pero debido al empeoramiento de las condiciones atmosféricas, temporales de nieve y la consiguiente disminución de visibilidad, perdieron su dirección y se desviaron al oeste, hacia la parte superior de la montaña Kholat Syakhl. Cuando se dieron cuenta de su error, el grupo decidió detenerse y establecer un campamento allí mismo, en la ladera de la montaña.

 


La búsqueda

Se había acordado de antemano que Dyatlov enviaría un telegrama a su club deportivo cuando el grupo regresara a Vizhai. Se esperaba que esto iba a suceder a más tardar el 12 de febrero, pero transcurrida esta, y no habiendo sido recibido ningún mensaje, no hubo reacción ya que los retrasos de unos pocos días eran comunes en tales expediciones. Sólo después de que los familiares de los viajeros exigieran una operación de salvamento hizo que el jefe del instituto enviara a los grupos de rescate, compuestos al principio por estudiantes voluntarios y profesores, el 20 de febrero. Más tarde, la policía y las fuerzas del ejército se involucraron con aviones y helicópteros, a los que se les ordena unirse a la operación de rescate.

El 26 de febrero, los investigadores encontraron el campamento abandonado en Kholat Syakhl. La tienda estaba muy dañada. Un rastro de huellas descendían hacia el borde de los bosques cercanos (en el lado opuesto del paso, a 1,5 km al nordeste), pero después de 500 metros estaban cubiertas de nieve. En el borde del bosque, bajo un voluminoso y viejo pino, los buscadores se encuentran los restos de una hoguera, junto con los dos primeros cadáveres, los de Krivonischenko y Doroshenko, descalzo y vestido sólo con su ropa interior. Al parecer, habían intentado trepar por el árbol, pero este cedió y cayeron al suelo. Eso explica porqué había sangre y carne humana en el árbol. Entre los pinos y el campamento los equipos encontraron tres cadáveres más, los de Dyatlov, Kolmogorova y Slobodin.

Igor Dyatlov tenía una rama en una mano y con la otra se protegía o se defendía de algo. Rustem Slobodin tenía un agujero de 18 centímetros en el cráneo, pero no era un accidente mortal, así que hubiera muerto por hipotermia. Cerca de la tienda, se hallaba Zinaida Kolmogorova, y su pelo tenía un color tono grisaseo y su color del cuerpo anaranjado, aunque a ningún investigador le importó. Según sus poses, ellos estaban tratando de regresar al campamento. Se encuentran separados a una distancia de 300, 480 y 630 metros del pino.

La búsqueda de los otros cuatro expedicionarios se prolongó durante más de dos meses. Ellos se encontraron por fin el 4 de mayo, bajo cuatro metros de nieve, en el arroyo de un barranco, en el interior del bosque.

Investigación

Una indagación se inició inmediatamente después de encontrar los primeros cinco cuerpos. Un examen médico no encontró lesiones que pudieran haber conducido a la muerte, y se concluyó que habían muerto de hipotermia. Una persona tenía una pequeña fisura en el cráneo, pero en principio no se consideró como una herida mortal.
Un examen de los cuatro cuerpos que se encontraron en mayo cambió el panorama. Tres de ellos tenían lesiones mortales: El cuerpo de Nicolas Thibeaux-Brignolle sufrió daños importantes en el cráneo, y al de Liudmila Dubidina le faltaban costillas y tenía la cabeza hacía atrás, por lo que se había roto el cuello. Tampoco tenía lengua y sufría grandes indices de radiactividad en sus prendas. Alexander Zolotarev tenía grandes fracturas en el pecho y le faltaban varios dientes.

Además, su cabello era de un tono grisaseo y tenía índice de vejez. La fuerza necesaria para causar los daños habría sido extremadamente alto; un experto lo comparó con la fuerza de un accidente de coche. En particular, los cuerpos no tenían heridas externas, como si estuvieran paralizados por un alto nivel de presión. Ha habido cierta especulación de que inicialmente los indígenas del pueblo mansi podrían haber atacado y asesinado el grupo por invadir sus tierras, pero la investigación indica que la naturaleza de sus muertes no apoyan esta tesis; sólo eran visibles las huellas de los excursionistas, y no daban señales de una lucha cuerpo a cuerpo.

Había pruebas de que el equipo se vio obligado a abandonar el campo durante la noche, mientras dormían. Aunque la temperatura era muy baja (alrededor de -25 ° a -30 ° C) con una tormenta con ráfagas de viento. Los muertos estaban vestidos sólo parcialmente. Algunos de ellos tenían sólo un zapato, mientras que otros llevaban zapatos o calcetines solamente. Algunos fueron encontrados envueltos en recortes de ropa rasgada que parecía ser cortadas de aquellos que ya estaban muertos. Sin embargo, hasta el 25% de las muertes asociadas a la hipotermia es el "desvestirse paradójico".

Esto ocurre frecuentemente durante la hipotermia moderada a severa, en la que la persona se desorienta, se confunde y se vuelve combativo. Pueden comenzar quitándose la ropa, que a su vez, aumenta la tasa de pérdida de calor.
Periodistas que realizan un informe sobre las piezas disponibles en los archivos sobre la investigación judicial afirman que esta declara que:
  • Tres de los miembros del grupo murieron de hipotermia y seis de accidentes mortales.
  • No hubo indicaciones de otras personas cercanas, aparte de los nueve viajeros en Kholat Syakhl, ni nadie más en los alrededores.
  • La tienda había sido desgarrada por dentro.
  • Las víctimas habían muerto de 6 a 8 horas después de su última comida.
  • Huellas del campo mostraron que todos los miembros del grupo salieron del campamento por su propia voluntad, a pie.
  • Para disipar la teoría de un ataque de los indígenas del pueblo Mansi, un médico indicó que las lesiones mortales de los tres cuerpos no podría haber sido causado por otro ser humano, "porque la fuerza de los golpes había sido demasiado fuerte y había tejido blando que no había sido dañado".
  • La radiación de las pruebas forenses han demostrado altas dosis de contaminación radiactiva en la ropa de algunas víctimas.
El veredicto final fue que los miembros del equipo murieron a causa de una "desconocida fuerza irresistible". La investigación cesó oficialmente en mayo de 1959 debido a la "ausencia de culpabilidad de un grupo criminal". El sumario fue enviado a un archivo secreto, y las fotocopias del caso llegaron a estar disponibles sólo en la década de 1990, a falta de algunas piezas.

Controversias que rodearon la investigación

Algunos investigadores afirman que algunos datos se perdieron o tal vez, ignorados por los funcionarios:2 3
  • Después de los funerales, los familiares de los fallecidos afirmaron que la piel de las víctimas tenía un color marrón muy extraño.
  • En una entrevista privada, un ex oficial de la investigación dijo que su dosímetro había mostrado un elevado nivel de radiación en Kholat Syakhl, y que esta era la razón de la radiación que se encontró en los cuerpos. Sin embargo, la fuente de la contaminación no fue encontrada.
  • Un médico observó que no había 9 cadáveres, sino 11, pero los dos últimos fueron retirados sin antes saber quiénes eran, por lo que desaparecieron rápidamente.
  • Entre las cosas que se dejaron en la tienda, había un "obmotki", que es como un cinturón para las botas, y que según Yuri Yudin, no pertenecía a nadie del grupo. También había unas gafas de sol que empleaban los militares para demostrar que eran parte del ejérctio de la URSS, y que no llevaban los alpinistas ya que era pleno invierno.
  • Ese mismo día explotó en una fábrica de misiles cerca de la zona un spray paralizante que seguramente afectó a cuatro de los excursionistas (de ahí seguramente porqué algunos tenían índice de radiactividad).
  • Iban armados, con un fusil, tres cuchillos y un hacha, pero no llegaron a usarlos; el ataque del o los atacantes fue tan rápido que no les dio tiempo de reaccionar, y salieron huyendo rasgando la tienda con el cuchillo.
  • Otro grupo de excursionistas (unos 50 kilómetros al sur del incidente) informaron que habían visto extrañas esferas de color naranja en el cielo nocturno al norte.probablemente en la dirección de Kholat Syakhl, en la noche del incidente. Similares "esferas "se observaron en Ivdel y áreas adyacentes continuamente durante el período de febrero a marzo de 1959, por varios testigos independientes (incluido el servicio de meteorología y los militares).
  • Algunos reportes sugieren que habían sido localizados restos de chatarra en la zona, dando lugar a especulaciones de que los militares habían utilizado la zona en secreto y podrían verse comprometidos en su encubrimiento.
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Consecuencias

En 1967, el escritor y periodista ruso perteneciente de la ciudad Sverdlovsk Yuri Yarovoi (Юрий Яровой) publicó la novela "Of the highest rank of complexity" ("Высшей категории трудности") que fue inspirada por este incidente. Yarovoi había participado en la búsqueda del grupo de Dyatlov y la investigación, incluyendo su actuación como fotógrafo oficial de la campaña de búsqueda en la etapa inicial de la investigación, por lo que tenía conocimiento de los hechos.

El libro fue escrito en la época soviética cuando los detalles del accidente se mantuvieron en secreto, y Yarovoi tuvo evitar revelar nada más allá de la posición oficial y los hechos conocidos. El romántico libro del accidente narra un final mucho más optimista que los hechos reales -sólo el líder del grupo es encontrado muerto-. Los colegas de Yarovoi afirmaron que había versiones alternativas de la novela, pero tuvieron que rectificar debido a la censura. Desde la muerte de Yarovoi sus 1.980 archivos, incluyendo fotos, diarios y manuscritos, se han perdido.

Algunos detalles de la tragedia se hicieron públicos en su momento en publicaciones y debates de la prensa regional de Sverdlovsk en 1990. Uno de los primeros autores de Sverdlovsk fue el periodista Anatoly Guschin (Анатолий Гущин). Guschin informó que la policía le dio un permiso especial para estudiar los archivos originales de la indagatoria y el uso de estos materiales en sus publicaciones.

Se dio cuenta de que un número de páginas fueron excluidos de los archivos, así como un misterioso "sobre" que se menciona en la lista de casos de materiales. Al mismo tiempo, las fotocopias de algunos de los expedientes comenzaron a circular entre otros investigadores no oficiales.
Guschin resumió sus estudios en el libro "The price of state secrets is nine lives" ("гостайны Цена - девять жизней".

Algunos investigadores han criticado que debido a su concentración en la teoría especulativa de un "arma secreta experimental soviética", pero la publicación despertó el debate público, estimulado el interés por los fenómenos paranormales. De hecho, muchos de los que permanecieron en silencio durante 30 años reportaron nuevos datos sobre el accidente. Uno de ellos fue el ex policía Lev Ivanov (Лев Иванов), quien dirigió la investigación oficial en 1959.

En 1990 publicó un artículo junto con su admisión de que el equipo de investigación no tenía ninguna explicación racional del accidente. También informó de que recibió órdenes directas de los altos funcionarios regionales para cesar la investigación judicial y mantener sus materiales en secreto después de informar que el equipo había visto "esferas voladoras". Ivanov personalmente cree en una explicación paranormal, específicamente los ovnis.

En el año 2000, una compañía de televisión regional produjo el documental "Dyatlov Pass" ("Дятлова Перевал"). Con la ayuda del equipo de filmación, una escritora de Ekaterimburgo, Anna Matveyeva (Матвеева Анна), publicó el documental de ficción de la novela del mismo nombre. Una gran parte del libro incluye amplias citas de los archivos oficiales, los diarios de las víctimas, entrevistas con investigadores y otros documentales recogidos por los cineastas. La línea narrativa del libro detalla la vida cotidiana y los pensamientos de una mujer moderna (un alter ego de la propia autora) que intenta resolver el caso.

A pesar de la presencia de la parte narrativa de ficción, el libro de Matveyeva sigue siendo la mayor fuente de materiales documentales que jamás se ha hecho disponible al público. Además, las páginas de los expedientes y otros documentales (en fotocopias y transcripciones) poco a poco se han ido publicando en el foro de la web de científicos entusiastas.

La Fundación Dyatlov ha sido creada en Ekaterimburgo (Екатеринбург), con la ayuda de la Universidad Técnica Estatal de los Urales, dirigida por Yuri Kuntsevitch (Юрий Кунцевич). El objetivo de la fundación es convencer a los actuales funcionarios de Rusia para reabrir la investigación del caso, y para mantener el Museo Dyatlov "para perpetuar la memoria de los excursionistas muertos". En el museo se exponen varios documentos de los alpinistas, como fotos, diarios, ropas y demás objetos.

En 2011, la serie del canal Historia Alienígenas ancestrales, hablando de los lugares malditos, habló del accidente del paso Diatlov, diciendo que los alienígenas pudieron haber causado estas muertes. El episodio fue emitido en Estados Unidos en 2010 y en España en 2011, siendo parte de la segunda temporada, y con el título de Lugares misteriosos.

Yuri Yudin, el único sobreviviente de la expedición, ha declarado: "Si yo tuviera la oportunidad de hacerle a Dios una sola pregunta sería, ¿Qué pasó realmente con mis amigos esa noche?"

........................................Funeral por la víctimas del suceso

“Todavía carecemos de los documentos clave de la investigación, por lo que seguimos solicitando al Ministerio de Defensa que nos provea de dicho material para continuar nuestras investigaciones”, declararon los participantes. La conferencia fue secundada por la Universidad Técnica de los Urales, la Fundación Dyatlov y otras entidades no gubernamentales, que llamaron al lugar del suceso el Paso de Dyatlov en honor a los estudiantes, para que sus muertes no caigan en el olvido. Muchos esperan que debido a la actual situación de Rusia, se produzca una nueva desclasificación de documentos que permita arrojar más luz sobre este enigmático caso.

Fuentes: http://es.wikipedia.org

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