En busca del gran tesoro

Durante una poderosa tormenta del 31 de octubre de 1631, el galeón Nuestra Señora del Juncal se hundió en los mares de Campeche, México, arrojando a las profundidades uno de los tesoros más valiosos de la Nueva España. El navío, que previamente había zarpado del Puerto de Veracruz, transportaba 20 toneladas de oro y plata hacia España.

Ahora, ambas naciones suman esfuerzos para localizar los restos del codiciado Juncal. El convenio bilateral para emprender esta compleja aventura se firmó durante la última visita del presidente Enrique Peña Nieto a España. La búsqueda iniciará este verano, comandada por la Dirección de Arqueología Subacuática del INAH, con participación del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM, la tripulación del buque Justo Sierra e investigadores estadounidenses.

No es la primera vez que se intenta descubrir el preciado tesoro, cuyo valor se estima en cerca de tres mil millones de dólares. En 2009, la empresa Odyssey solicitó al gobierno mexicano autorización para localizar y extraer el buque, sin embargo, el permiso le fue negado. En 2012 el propio INAH, apoyado por especialistas del Waitt Institute (EE.UU.), un equipo de la compañía Azul Mar Research y el Buque Oceanográfico de la UNAM, inició una exploración sin éxito.

Desde 1995, se lleva a cabo el Proyecto de Investigación sobre la Flota de la Nueva España del INAH, con el propósito de hallar el más importante de los 200 naufragios registrados en la Nueva España. De acuerdo con el instituto, "el patrimonio cultural sumergido pertenece a la categoría de los bienes objeto de estudio, custodia, conservación y difusión, que en sí mismos son inalienables e imprescriptibles y no susceptibles de comercialización".

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