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La lluvia de estrellas de las Perseidas vuelve con hasta 100 meteoros por hora

La noche del 12 al 13 de agosto será la mejor para ver la lluvia de estrellas
Para ver las Perseidas se recomienda ir a un lugar oscuro y olvidarse de telescopios y teléfonos móviles.

En el mes de agosto se van a acumular un eclipse parcial de Luna, un eclipse total de Sol y la lluvia de estrellas más famosa, la de las Perseidas. Esta ocurrirá porque, como cada año por estas fechas, la Tierra atravesará un campo de restos de pequeñas partículas dejadas atrás por el cometa Swift Tuttle.

Como si fuesen mosquitos chocando contra un parabrisas, la atmósfera irá registrando el duro impacto de esas partículas. Lo hacen con una velocidad tan alta, cercana a los 50 kilómetros por segundo, que la fricción creará estelas luminosas de color verde o azul en el cielo, y que se llaman meteoros.


Las Perseidas se podrán ver este año desde el 23 de julio hasta el 24 de agosto, pero el apogeo se alcanzará entre los días 11 y 13 de este mes. Por desgracia, los caprichos del espacio harán que este año sea bastante malo para ver las Perseidas. La Luna, que fue llena este 7 de agosto, estará en una fase en la que el satélite resultará muy luminoso, por lo que ocultará los meteoros más tenues.

Aún así, se espera que en España la lluvia de estrellas alcance una actividad de entre 30 a 100 meteoros por hora. Según el Instituto Geográfico Nacional, la máxima actividad de las Perseidas ocurrirá hacia las seis de la tarde, hora peninsular, del día 12. Como de día es muy difícil ver los meteoros, el mejor momento para ver la lluvia de estrellas será la noche del 12 al 13 de agosto, con permiso de la Luna menguante que aparecerá sobre el horizonte a partir de la medianoche.

 ¿Hacia dónde mirar? La lluvia de estrellas hará que aparezcan meteoros en cualquier parte del cielo. Sin embargo, los meteoros parecen provenir de un único centro de origen, al que se llama radiante. En el caso de las Perseidas, el radiante es Perseo. Ver las Perseidas es muy fácil, siempre y cuando tengamos cerca un cielo nocturno oscuro, alejado de las grandes ciudades. Por ejemplo, si el interesado vive en Madrid, tendrá que coger el coche para ir a la sierra.

Aparte de esto, será muy importante escoger un lugar que no esté cubierto por las nubes. Para verlas, lo mejor será tumbarse en el suelo, sobre una toalla o una manta, y sencillamente dirigir la vista al cielo, preferiblemente a las partes de la bóveda celeste más oscuras, donde, por ejemplo, la Luna no está tapando las estrellas. Si escogemos un lugar con el horizonte despejado, no entre altas montañas o en un claro del bosque, tendremos más probabilidades de ver las estrellas fugaces. Además, será mejor evitar los prismáticos y los telescopios, porque reducirán el campo visual y no ayudarán a verlas. También es buena idea llevar ropa cómoda, algo de abrigo y algo para comer, porque para ver las Perseidas habrá que pasar un buen rato bajo el cielo.


Una Perseida vista desde la Estación Espacial Internacional- ESA/NASA En este punto se recomienda tener paciencia y olvidar los vestigios de la civilización. Es muy buena idea apagar los teléfonos, las linternas y las luces de los coches, porque cualquier luz nos deslumbrará y nos pondrá muy difícil ver las maravillas que nos brinda la noche. La visión humana necesita cerca de veinte o treinta minutos para acostumbrarse a la oscuridad, pero cualquier destello intenso puede echar al traste esta adaptación. ¿De dónde vienen?

Las Perseidas no vienen de la constelación de Perseo. Esta constelación no es más que un dibujo imaginario elaborado con estrellas que no tienen nada que ver entre sí (no están unidas por la gravedad, tan solo parecen estar cerca en el cielo, al igual que un avión puede estarlo de la Luna). En realidad, estos meteoros proceden de los restos dejados por el cometa 109P/Swift-Tuttle, una roca que gira en torno al Sol una vez cada 133 años y que pasó cerca de la estrella por última vez en 1992. El Sol calienta los cometas y los devuelve a la vida cuando estos se aproximan a sus dominios. Producen explosiones de gas y polvo, y arrancan fragmentos que quedan detrás de ellos, como una estela.

Después, cuando la Tierra pasa por las cercanías de esta estela, su gravedad atrapa a las partículas y las hace entrar en la atmósfera. La fricción que se genera en la reentrada hace arder y brillar estos fragmentos. Si al final el lector se anima a ir a ver las Perseidas, quizás le parezca que caen muy cerca de él. Sin embargo eso es una ilusión óptica.

La mayoría de estas estrellas fugaces se vaporizan, por lo menos, a unos 100 kilómetros de altura. Las Perseidas no son más que estelas de luz lejanas y efímeras. Pero en el silencio de la noche, pueden recordar que bajo esa aparente quietud que nos rodea, el Sistema Solar y el Universo están vivos y en constante cambio

Fuentes: ABC.ES
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Todo lo que no te puedes perder en el cielo este verano

Las Perseidas, eclipses y conjunciones de varios planetas son algunos de los fenómenos astronómicos que tendrán lugar durante la época estival

La lluvia de estrellas conocida popularmente como "Lágrimas de San Lorenzo" experimentará su punto álgido durante la noche del 11 al 12 de agosto. Agencia France Press

El estío es una época muy interesante para disfrutar del cielo. Con la subida de las temperaturas, sumada al hecho de que gran parte de los fenómenos han de ser vistos de noche, se crean unas condiciones idóneas para estar al aire libre y pasar un rato agradable mirando las estrellas y constelaciones. El verano este año comenzó el martes 21 de junio a las 0:34 hora oficial peninsular, y durará hasta el 22 de septiembre. A lo largo de los 93 días que lo componen, se podrán observar en el cielo varios fenómenos astronómicos.

Aunque las Perseidas son el acontecimiento celeste más famoso, también habrá conjunciones, eclipses lunares y solares y algunos planetas que se dejarán ver en el cielo. Emilio García, de la Unidad de Comunicación y Divulgación del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA), recomienda "alejarse de las luces de la ciudad, y con unos buenos prismáticos o simplemente con la vista, disfrutar de estos fenómenos".
Las Perseidas, el gran evento astronómico del verano

La conocida lluvia de estrellas conocida como Perseidas -o Lágrimas de San Lorenzo en los países de tradición católica- este año alcanzará su punto álgido durante la madrugada del 11 al 12 de agosto, aunque estará activa desde mediados de julio hasta finales de agosto. García, del IAA, concreta que las lluvias de estrellas entendidas desde un punto de vista astronómico tienen mucho que ver con los cometas. "Los cometas, cuando orbitan alrededor del sol, dejan un rastro de pequeñas partículas de polvo de mayor o menor tamaño a lo largo de la órbita que van trazando. Cuando la Tierra al orbitar alrededor del Sol atraviesa esa nube de partículas, estas caen sobre la atmósfera terrestre a gran velocidad, calentándose y terminando por evaporarse, dejando una traza luminosa en el cielo: las famosas estrellas fugaces", explica.

En los momentos de mayor actividad, pueden verse cerca de 100 estrellas fugaces por hora en condiciones óptimas de visibilidad

Las Perseidas suceden siempre a mediados de agosto, concretamente cuando la Tierra atraviesa el rastro de partículas que deja el cometa 109P/Swift-Turtle en su órbita. En los momentos de mayor actividad, pueden verse aproximadamente 100 estrellas fugaces por hora en condiciones óptimas de visibilidad. La justificación de su nombre está en la zona del cielo de la cual parecen provenir estas estrellas fugaces: la constelación de Perseo. Es recomendable buscar un lugar oscuro y alejado al máximo de ciudades, pueblos u otras posibles fuentes de luz. "El único inconveniente es que este año la luna va a estar presente, aunque no va a interferir demasiado", añade César González, divulgador de astronomía del Planetario de Madrid. García, por su lado, opina que "siempre que se pueda, y haga buena noche, lo mejor es tumbarse en el suelo y mirar al cielo a simple vista, sin prismáticos ni telescopios".
Hasta cinco planetas se dejarán ver en el cielo

Desde el Planetario de Madrid, apuntan que se podrán ver con bastante claridad los planetas Saturno y Marte. "Quien tenga un telescopio podrá ver Saturno y sus anillos, y aunque ya pasó la fecha en que Marte estuvo más cerca de la Tierra, se va a poder seguir viendo bastante bien a simple vista durante todo el verano", concreta González. Para poder ver estos dos astros, habrá que mirar en dirección de la constelación del Escorpión. Marte concretamente se moverá entre el Escorpión y las constelaciones cercanas, como Libra y Ofiuco.

"Marte se puede ver como un punto rojizo -para los ojos entrenados- en el cielo vespertino, y como ahora está muy cerca de la Tierra su brillo reflejado por el sol es espectacular", opina García. Júpiter ya se puede ver en dirección del horizonte oeste al atardecer, pero hasta mediados de agosto no se podrá apreciar en las mejores condiciones. Para observar los anillos de Júpiter bastará con un pequeño telescopio y un cielo en buenas condiciones, mientras que, como indican desde el IAA, para observar estructuras en Marte es necesario tener un equipo más potente y recurrir a la astrofotografía. "Se pueden conseguir imágenes muy buenas con un telescopio de 25 centímetros, como las que toman los muchos y muy buenos aficionados a la astronomía que tenemos en España", indica García. Urano también se puede observar sobre el horizonte, y durante toda la noche del 3 de septiembre Neptuno se verá también en el cielo, pero su débil brillo hará necesario contar con unos prismáticos. García concreta que "como son planetas tan alejados, es muy difícil verlos, y en cualquier caso aparecerán como unos aburridos puntos de luz".

Según indican desde el IAA, todos los fenómenos astronómicos que tengan que ver con Venus han de ser observados tras la puesta de sol

Por otro lado, durante los días previos y posteriores al 27 de agosto, se podrá ver a Júpiter y a Venus muy próximos en el cielo, fenómeno al que se conoce como "conjunción". Aunque por la posición orbital en la que se encuentran parecen estar muy juntos, lo cierto es que realmente están separados por una enorme distancia. Según indican desde el IAA, todos los fenómenos astronómicos que tengan que ver con Venus han de ser observados tras la puesta de sol, y aunque se podrá ver a simple vista o con unos prismáticos, quienes cuenten con un telescopio serán capaces incluso ver los satélites de Júpiter si las condiciones de oscuridad son relativamente buenas. Se trata de un evento frecuente, que ocurre de media una vez al año. "Sin embargo, es muy bonito ver esos dos puntos luminosos tan juntos en el cielo y pensar que uno es una inmensa bola de gas y el otro un infierno en el que el plomo se funde, o al menos a mí me lo parece", confiesa García. La conjunción tendrá lugar a muy baja altura sobre el horizonte oeste, lo que según indican desde el Planetario de Madrid equivaldría a "extender el brazo y poner tres dedos meñiques sobre el horizonte". "Al estar a tan baja altura lo más conveniente es buscar una zona donde el horizonte oeste esté despejado", explica González.
Los eclipses, siempre protegiendo nuestra vista

Cada año suele haber dos o tres eclipses de luna, y aunque este verano tendrán lugar dos de ellos, el que sucederá en agosto no podrá verse desde España. El eclipse lunar restante podrá ser visto en nuestro país el día 16 de septiembre. Se tratará de un eclipse lunar penumbral, lo que quiere decir que solo se oscurecerá una pequeña proporción, para nada comparable con un eclipse total. "Esto se debe a que de la sombra de la Tierra, la luna solo atravesará su penumbra y no su umbra", especifica García. En Madrid, su máximo se podrá observar aproximadamente a las 21 horas, lo que le restará espectacularidad a causa de la luz diurna.

También habrá un eclipse de sol el día 1 de septiembre, y aunque no se podrá ver desde España, sí podrán hacerlo quienes estén en África, Asia o Australia. Será tratará de un eclipse anular, lo que quiere decir que el disco de la luna no tapará completamente el disco del sol. "Aún así, nunca se deben mirar los eclipses con radiografías, gafas de sol ni películas veladas. El sol es una fuente de luz muy poderosa y hay que utilizar gafas fabricadas al efecto, homologadas y con unos filtros adecuados para mirar el sol", recuerda González.


Fuentes: elpais.com
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Las 22 lluvias de estrellas que podrás ver en junio

Es el mes más activo de todo el año; algunas incluso coincidirán la misma noche.
Las 22 lluvias de estrellas que podrás ver en junio

Comienza el mes de junio y con él una ingente cantidad de lluvias de meteoros o de estrellas fugaces. Este mes está considerado como el más activo de todo el año y se pueden contar hasta 22 lluvias, algunas de ellas coinciden el mismo día con su máxima actividad (máximo). Todas las lluvias de meteoros están asociadas a las partículas de hielo y rocas que dejan los cometas en el espacio o también a un cometa extinto convertido en asteroide, pero no por ello necesariamente conocemos la vinculación de cada lluvia a su cometa correspondiente. De hecho, en la mayor parte de las lluvias, desconocemos qué cometa la produce. Es el caso de las lluvias de junio.

El radiante es el lugar del cielo donde los meteoros chocan con la atmósfera terrestre; es la localización de donde parecen proceder. El nombre de cada lluvia proviene de la constelación en la que se observa y normalmente se cita la estrella más cercada de dicha constelación al radiante, por ejemplo Gamma Sagitáridas. Así pues, el radiante estaría próximo a la estrella Gamma de la constelación de Sagitario.

Las lluvias comienzan el 4 de junio y nos encontraremos con la máxima actividad de las Omega Escórpidas y Escórpidas Sagitáridas la misma noche. La primera presenta meteoros brillantes y sus velocidades son moderadas o lentas, lo que las hace aún más espectaculares. Debemos mirar hacia el sur a la constelación de Escorpión para contemplar unos 5 meteoros por hora. No obstante, es conveniente observar el día 15, pues el máximo otros años se ha producido el día indicado.

La segunda lluvia está asociada al cometa Mellis de 1915. Puede presentar gran actividad entre los días 5 y 6. Las estrellas fugaces parecerán proceder de la constelación de Sagitario, también mirando al sur y cerca de la anterior lluvia; los meteoros llevan velocidades moderadas o lentas, por lo que se distinguirán de forma más notable. Pueden caer a razón de entre 5 y 15 a la hora. El día 5, la lluvia de las Chi Escórpidas, nuevamente en la constelación de Escorpión. El día 6, entra en acción las Gamma Sagitáridas, también procedente de la constelación de Sagitario.

El día 7 es el día grande de las lluvias de meteoros en junio y nos encontraremos con dos lluvias; las Ariétidas y las Zeta Perséidas. La Luna se encontrará en fase creciente y se ocultará poco más allá de las 2.30 de la madrugada. Las Ariétidas es la lluvia más importante de junio, caen a un ritmo de 66 meteoros por hora y con una velocidad moderada de 39 km/s se contemplarán mejor, mirando hacia la constelación de Aries. Es una de las lluvias más importantes del año, ya que se llegan a contabilizar entre 50 y 80 meteoros por hora. El mejor instante para verlas, es antes del amanecer que es cuando hace su aparición la constelación de Aries, mirando al NE, que para esa noche aparecerá sobre las 4 de la madrugada, después de haberse puesto la Luna, por lo que el cielo estará completamente a oscuras. No se sabe con certeza qué objeto es el que provoca la lluvia, aunque los astrónomos están divididos entre el asteroide 1566  Icarus y el cometa 96 P/Machholz.

Muy cerca de este radiante y al sur del mismo se localiza el de las Zeta Perseidas, una de las lluvias más importantes de junio. Visible también poco antes del amanecer, esta lluvia produce 20 meteoros a la hora. También se puede hacer visible la noche del 9.

El día 8, otras dos lluvias: las Iota Escórpidas y Líbridas. La primera se repite en la constelación de Escorpión, mientras que la segunda en la constelación de Libra, esta constelación, pegada y al W de Escorpión. Ambas constelaciones se hacen visibles nada más oscurecer.

Las Tau Hercúlidas llegan el 9 de junio. Años atrás esta corriente meteórica ha ofrecido muy buenos resultados ya que se han observado brillantes meteoros procedentes de los restos que ha dejado en el espacio el cometa 73P/Schwassmann-Wachmann. Descubierto el 2 de mayo de 1930, el cometa vuelve por las proximidades del Sol cada 5,36 años, apenas tiene 1,1 km de diámetro el núcleo, aunque es difícil predecir su órbita, ya que el cometa se ha fragmentado en varias ocasiones con sus pasos próximos al Sol y ello lo ha llevado a que sea un cometa muy inestable. El radiante o lugar de dónde parecen proceder los meteoros se sitúa entre las constelaciones de Boyero y Serpiente. Se espera una actividad inusitada de la lluvia en los años 2022 y 2049. Habrá que estar atentos este año.

Las Theta Ophiúchidas, con máximo el 10 de junio. Tengamos en cuenta que el día 12 es Luna llena, por lo que las lluvias que tengan lugar días antes y después del 12 estarán claramente desfavorecidas por la luz de nuestro satélite. Esta lluvia produce unos 10 meteoros a la hora, el radiante se encuentra en la constelación de Ofiuco, justo al N de Escorpión. El día 15 otra lluvia que proporciona unos 8 meteoros por hora, son las Líridas de Junio, hay que mirar en las proximidades de la estrellas más brillante del cielo cuando oscurece; Vega, de la constelación de Lira.

Una noche más tarde, la del día 16, se presentan las Aquílidas, cuyo radiante se localiza en la constelación del Águila. El día 18, caen las Phi Sagitáridas, con 8 meteoros por hora, radiante en la constelación de Sagitario. Día 20 de junio, Ofiúquidas, escasa lluvia con 6 meteoros por hora. Día 26, las Córvidas, apenas hay referencias de esta lluvia, en la constelación de El Cuervo. Tenemos que mirar al SW, la constelación cae bajo el horizonte al poco de oscurecer.

Día 27, cuatro lluvias. Tau Cétidas, en la constelación de la Ballena, es una de las lluvias más pobres del mes con 4 meteoros a la hora. Escútidas, cuyo radiante se localiza en la pequeña constelación del Escudo, muy difícil de distinguir dicha constelación porque sus estrellas son poco brillantes y se pierden entre las nubes que conforman la Vía Láctea. Solo 2 meteoros por hora. Rho Sagitáridas, nuevamente el radiante se sitúa en la constelación de Sagitario. Boótidas de Junio, interesante lluvia, la tasa de meteoros por hora es muy variable, visible el radiante en la constelación de Boyero, la constelación que domina la brillante estrella Arturo, se oculta bajo el horizonte sobre las 5 de la mañana. En 1998 presentó un estallido de actividad, los años posteriores se han podido contar unos 25 meteoros a la hora. Está asociada al cometa 7P/Pons-Winnecke, el enjambre de meteoros está sometido a la acción gravitatoria planetaria.

Se cierra el mes de junio con tres lluvias muy pobres; día 29, la lluvia de las Beta Táuridas, aunque el radiante se hace visible de día. El Sol se encuentra en la constelación de Gémini, muy cerca de Tauro. Es conveniente observarla antes del amanecer, será el momento más cercanos que estemos de la explosión posterior del radiante. Phi Ofiúquidas, pobre lluvia con 2 meteoros a la hora, visible en la constelación de Ofiuco. Y por último las Tau Acuáridas, también con 2 meteoros a la hora.

Consejos para observar las lluvias:
1.- No hace falta ninguna ayuda óptica, se deben observar a simple vista y en la dirección del radiante.
2.- Aléjese de las ciudades y busque un lugar lo más oscuro posible sin obstáculos en el horizonte.
3.- La mejor forma de observar, es tumbado o sentados y reclinados.
4.- Contemple las lluvias cuando la Luna no haga su aparición, ya que con su luz, no nos dejará ver parte de la lluvia.

Fuentes: ABC.ES
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